En este día no podia ni con mi alma y el capitán PETETE iba de "sobrao",
para rematar, al final casi me doy un panetone contra un pino.
A pesar de mis 57 años y de la guasa que se trajo con migo dicho capitán
solo me queda una cosa en el recuerdo :
pase una tarde inolvidable junto a mi hijo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario